Inteligencia Artificial y Privacidad: Si bien la IA permite el análisis de grandes cantidades de datos, también plantea interrogantes sobre el uso ético de esta información. Las organizaciones están trabajando para equilibrar la innovación y la privacidad.
Anonimización de datos: A pesar de los esfuerzos por anonimizar la información personal, los estudios demuestran que es posible identificar a las personas en ciertos contextos. Esto pone de relieve la necesidad de estándares más estrictos.
Cultura de la privacidad: Más allá de la tecnología, las empresas están adoptando políticas que fomentan una cultura organizacional centrada en la privacidad.
Formación continua: Las certificaciones en ciberseguridad y privacidad están aumentando a medida que las empresas buscan personal calificado para liderar estos esfuerzos.