1. Sincronización entre equipos distribuidos
Las organizaciones multinacionales suelen operar en diferentes zonas horarias y contextos culturales, lo que dificulta la coordinación de reuniones clave, como retrospectivas o revisiones de sprints.
2. Diversidad cultural
Cada país tiene su propio estilo y dinámica de trabajo. Implementar Scrum en múltiples entornos culturales requiere ajustes para respetar estas diferencias y, al mismo tiempo, mantener los principios básicos.
3. Gestión compleja de productos
Coordinar múltiples tareas pendientes y garantizar que las prioridades se alineen con los objetivos del negocio es uno de los mayores desafíos.
4. Cambio organizacional
Implementar la agilidad en una organización acostumbrada a estructuras jerárquicas puede encontrar resistencia. Cambiar la mentalidad de los líderes y los equipos es clave.