1. Relación costo-beneficio inmejorable:
A diferencia de los títulos universitarios, que pueden llevar años y costar miles de dólares, las microcredenciales ofrecen un retorno de la inversión rápido y accesible.
2. Flexibilidad para profesionales ocupados:
Diseñadas para completarse en línea y a su propio ritmo, las microcredenciales se adaptan incluso a los horarios más ocupados.
3. Centrarse en las habilidades prácticas:
Los programas están diseñados para enseñar competencias específicas que se pueden aplicar inmediatamente en el lugar de trabajo.
4. Reconocimiento global:
Emitidas por organizaciones reconocidas como Certiprof, las microcredenciales son aceptadas y valoradas internacionalmente.