4 dimensiones para escalar Scrum - Certiprof

4 dimensiones para escalar Scrum

Laura Atehortua Giraldo

Como líder ágil, una de tus primeras responsabilidades es definir la realidad. Por ejemplo, establecer en qué momento tu organización está preparada para escalar prácticas ágiles, específicamente Scrum. Pero escalar Scrum no se trata solo de producto. Es más bien un conjunto de patrones de propósito que, si no son bien abordados, se vuelven una telaraña intrincada de metas dispersas a lo largo y ancho de la empresa.


Es posible que ya estés preparado para abordar problemas más complejos, para crear equipos más grandes, (inter) coordinados, quizás 30 miembros… o 100… o cientos de personas. Es todo un ecosistema que debe empezar a moldearse en tu entorno empresarial. Para que sea efectivo, debes tener en cuenta diversos aspectos y dimensiones del escenario. Empezaré por mencionar cuatro de ellos:

 Alineación: al escalar Scrum, es crucial que garantices la alineación entre todos los equipos. Todas las personas deben trabajar para lograr los mismos objetivos. Por ejemplo, si estás desarrollando un nuevo producto digital, todos los equipos deben estar alineados en cuanto a la visión del producto, el mercado objetivo, ya sea interno o externo, y las características clave que deben desarrollarse.

 

Coordinación: la coordinación entre equipos se vuelve más crítica cuando escalas Scrum. Esto incluye, pero no se limita a, coordinar las dependencias entre equipos, integrar el trabajo realizado, sincronizar sprints y compartir conocimientos y prácticas contextuales. Míralo de esta manera: si un equipo está trabajando en una característica que depende del trabajo de otro equipo, es esencial coordinarse para garantizar que el trabajo se complete en el orden correcto.

 

Comunicación: la comunicación eficaz es clave para escalar Scrum con éxito. Hablo de la comunicación dentro de los equipos, entre equipos, con los interesados y con los clientes o usuarios. Los eventos habituales de Scrum, como reuniones diarias, revisiones de sprints y retrospectivas, pueden ayudar a facilitar esta comunicación. En una reunión diaria, para citar algo concreto, los miembros del equipo pueden compartir su progreso hacia el objetivo del sprint, discutir los obstáculos que enfrentan, coordinar su trabajo del día y decidir qué situaciones deben conocer los demás equipos del grupo o de la iniciativa.

 

Mejora continua, implacable: el compromiso con la mejora continua es fundamental a la hora de escalar Scrum. Motiva a los equipos a que reflexionen periódicamente sobre lo que funciona bien y lo que no, y hacer los ajustes necesarios. Lo pueden hacer vía retrospectivas periódicas donde los equipos discutan sus éxitos y desafíos, y proponer acciones para mejorar sus procesos.

 

Como todo en la transformación organizacional, escalar es parte del viaje, no el destino. No se trata simplemente de sumar personas y equipos y tratar de crear productos más grandes y complejos. Debes hacerlo poco a poco, como si estuvieras escribiendo una sinfonía maestra, una nota musical a la vez. No es una mera agregación, es una conjugación de personas, procesos y herramientas en una visión compartida e inspiradora que los lleve a todos por el mismo sendero.


Y una última recomendación: al intentar escalar, no tires al trasto de la basura los valores y principios ágiles ni el espíritu de Scrum. Si tienes disfunciones en tus equipos actuales, cualquier esfuerzo por escalar las prácticas solo multiplicará esos trastornos, así que asegúrate de conocer bien el estado de los procesos, de los productos y, sobre todo, el estado anímico y la motivación de las personas con quienes avanzas en este camino ágil.

 

¿Quieres saber más?
Estos son algunos de los temas que abordaremos en el curso Scaled Scrum Professional que inicia el próximo 4 de junio de 2024.

Toda la información y registro aquí.

 

Escrito por: Luis Salazar,  Enterprise Agile Coach.

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